Aprender a escribir, a hablar o a caminar deja huella en nuestro cerebro

Poder aprender entre otros a leer y escribir, es algo muy reciente en la historia del ser humano, por lo que el cerebro debió recurrir a lo que ya tenía para hacer frente a esta nueva e importante actividad mental y no habría desarrollado mecanismos nuevos, genéticos o de desarrollo, algo que exige bastante tiempo evolutivo, creen los científicos. Aprender a hacer estas cosas (Lógico que aprendamos a leer) Deja marca en el cerebro.
Precisamente, los cientificos, hicieron pruebas con unos voluntarios, para medir "su huella del cerebro" :
11 analfabetos, 22 alfabetizados y 31 que aprendieron a leer y escribir de niños.
Han identificado así las regiones cerebrales moduladas en la alfabetización, que están en zonas ya conocidas por su especialización en el vocabulario y en el reconocimiento visual de caras. Además la alfabetización mejora las funciones del habla.
En las fotos se pueden ver "las huellas del cerebro de algunos de los voluntarios"
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